viernes, 23 de septiembre de 2016

Alan Duncan y la clara posición Británica.

En Gran Bretaña festejan como un triunfo los acuerdos alcanzados con el Gobierno Argentino la semana pasada. Todas las peticiones exigidas por los representantes de Su Majestad encontraron rápido eco en el Palacio San Martín, mas apurados por empezar a hacer negocios que en llevar a cabo negociaciones concretas sobre las Islas Malvinas.
La posición Británica, y sus pedidos, no hacen mas que reflejar la exigencias de los isleños, que preocupados por el cerco montado por los gobiernos de América Latina, solidarios con el reclamo Argentino, intentan poder quebrarlo a toda costa. Tal es así que dos representantes del Gobierno ilegal de las Islas estuvieron reunidas con el Vicecanciller Británico y festejaron los logros alcanzados.
Tanto Sukey Cameron, que vive en Londres desde hace mucho y representa a las Islas en la Junta de Asociaciones de Territorios de Ultramar de Gran Bretaña, como Jan Cheek, representante de la ilegal Asamblea de las Islas, son extremadamente anti.argentinas, y mantienen una posición de odio y rechazo hacia nuestro país y especialmente hacia los Argentinos.
Cheek llegó a decir, después que un visitante al cementerio argentino en Darwin, hiciera flamear una bandera argentina que los que fuéramos de vista a las Islas deberían ser tratados con todo el desprecio que se merecen los argentinos.
Hoy ella, junto a la otra señora, fueron recibidas en el Foreing Office y festejaron, lo que para los isleños, es un verdadero triunfo de la diplomacia británica.

jueves, 31 de marzo de 2016

Nueva Plataforma Continental reafirma los Derechos Argentinos sobre Malvinas.

Una plataforma continental de estreno

La Cancillería hizo un acto para presentar el nuevo mapa luego de que las Naciones Unidas aceptaran la propuesta presentada por Argentina en abril de 2009 que amplía en 1.700.000 kilómetros cuadrados la plataforma continental.







La Cancillería hizo ayer una presentación oficial en el Palacio San Martín del nuevo límite exterior de la plataforma continental luego de la aprobación por parte de las Naciones Unidas de la propuesta realizada por el país en abril de 2009 y que agrega 1.700.000 kilómetros cuadrados a la plataforma marina. “Es un verdadero ejemplo de política de Estado, un logro muy significativo de la política exterior argentina que reafirma nuestros derechos de soberanía en la zona del Atlántico Sur”, sostuvo la canciller Susana Malcorra a través de un video, dado que se encuentra de viaje. Lo de “política de Estado” era en referencia a los 20 años de trabajo que demandó la elaboración de la propuesta argentina que arrancó en 1997, con la conformación de una comisión, aunque ex funcionarios aseguran que el grueso de la labor se hizo a partir de 2003, cuando incluso se solventaron expediciones al Atlántico Sur para que hagan trabajos geológicos en la zona.
El Gobierno buscó darle un marco pluripartidario al acto de ayer, por lo que invitó a representantes de sus aliados radicales como Julio Cobos, Angel Rozas y Ricardo Alfonsín, y al diputado del Frente Renovador Marco Lavagna. La presencia de Malcorra fue virtual, por lo que el acto quedó encabezado por el vicecanciller Carlos Foradori junto a expertos que trabajaron en la investigación. Se hizo un racconto del caso, que abarcó varios gobiernos a partir de 1997, cuando se creó por ley la Comisión Nacional del Límite Exterior de la Plataforma Continental (Copla) que buscó fundamentar a través de una rigurosa investigación la argumentación argentina para ampliar la plataforma marítima. Según la Convención sobre el Derecho del Mar la plataforma continental se divide en dos:
* hasta las 12 millas marinas es el mar territorial argentina sobre el cual el país tiene soberanía plena.
* a partir de ahí hasta las 200 millas marinas es lo que se denomina “zona económica exclusiva”. Es decir, barcos de otros países pueden navegar pero Argentina ejerce su poder fiscales y jurisdiccionales sobre la explotación y la conversación de recursos.
Pero la Convención de Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar, de la que Argentina forma parte, habilita la continuidad de la plataforma continental hasta un máximo de 350 millas marinas en caso que se establezca la prolongación natural del lecho y subsuelo de las áreas submarinas. En esa fundamentación fue que trabajó tantos años la Copla. Aunque luego de la crisis de 2001 hubo un tiempo en el que la comisión quedó casi paralizada. “Este es un trabajo en el que estuvimos muchos años, entre 2003 y 2009, cuando presentamos la propuesta de límite exterior de la plataforma continental. Llevamos 40 tomos de documentación para respaldar la posición argentina”, explicó a Página/12 el ex canciller y actual titular del Parlasur, Jorge Taiana.
Argentina finalmente hizo su presentación en abril de 2009 ante la Comisión de Límites de la Plataforma Continental –que integran 21 científicos de renombre–, un organismo que depende de la Convención del Mar de la ONU. Luego de años de análisis, los expertos de la Comisión determinaron por unanimidad la validez de lo expuesto por los científicos argentinos. De esta forma la plataforma continental argentina se amplió en 1,7 millón de kilómetros cuadrados que representa un 35 por ciento más de jurisdicción argentina marítima y, según comparó ayer Malcorra, un 48 por ciento de la superficie terrestre del país.
Durante el fin de semana, el Gobierno aseguró que la resolución avalaba los derechos argentinos sobre las Islas Malvinas, Sandwich y Georgia del Sur, aunque, en verdad, no modifica gran cosa porque para el reclamo Argentina ya daba a esos territorios como parte de su plataforma. Además, la Comisión evitó expedirse en el capítulo específico a Malvinas debido al conflicto bilateral. “Lo de Malvinas sigue siendo ilegal. Podemos decir que la resolución actualiza y reafirma que hay un conflicto de soberanía que debe resolverse entre Argentina y el Reino Unido”, respondió Taiana.
Para el ex secretario de Asuntos Relativos a Malvinas y diputado del Parlasur, Daniel Filmus, “la decisión de la Comisión de Límites de la ONU de no opinar sobre el tema Malvinas respalda la posición argentina de que hay una controversia de soberanía que tiene resolverse entre las dos partes en conflicto”.
De acuerdo a la interpretación de la resolución que hace Filmus, la decisión de las Naciones Unidas favorece las presentaciones judiciales que la Argentina lleva adelante contras las empresas petroleras que operan con permiso británico en la zona de Malvinas, un reclamo que el presidente Mauricio Macri se cuidó de mencionar cuando se reunió con el primer ministro David Cameron durante la cumbre de Davos. “La exploración de hidrocarburos, la pesca y la instalación de una base militar en Malvinas están en contra de las resoluciones de la ONU que dicen que en la zona que hay una controversia de soberanía ninguna de las dos partes puede tomar decisiones de manera unilateral. La nueva decisión viene a reforzar eso”, marcó Filmus.

jueves, 10 de marzo de 2016

Campaña Diálogo por Malvinas. Segunda parte. Gira Latinoamericana. 
Algunos se preocuparon porque durante unos días no pude escribir. Trabajamos mucho y se nos complico la parte técnica. Ese fue el único motivo. Llegamos a Buenos Aires y esperamos para comenzar la última parte y llegar a Ushuaia, como lo prometimos.
Nos quedamos en Ecuador y teníamos que seguir bajando, con lo cual hoy contaré, brevemente, porque después iremos ampliando, o lo pondremos en el libro como muchos me sugirieron.
Esta parte está dedicada a Perú y a Chile.
Recorriendo Perú descubrimos muchas cosas, además de la de encontrar a gente muy gentil.
Decidimos tomar la carretera que desciende sobre el Pacífico, y me pareció la mejor opción. La camioneta surcando la ruta arenosa y ahí, al lado, el mar, acompañándonos y jugando con nosotros. Las playas vírgenes nos invitaban a descender y recorrerlas, pero nuestro apuro por terminar y llegar nos llevaban para adelante, sin dejar de acelerar. Las dunas gigantes forman una barrera entre la ruta y el mar, y la arena, atrevida como pocas, cruza a la altura de las ruedas, para formar otras dunas del otro lado de la ruta. Las casas son de esterillas, y aunque parezca un síntoma de pobreza, no imagino otro tipo de construcción para defenderse de las tormentas de arena.
El sol nos va castigando y es necesario parar a buscar un poco de líquido en algún lugar. Una pequeña construcción en donde se combinan una especie de supermercado, junto a unas casas y la infaltable iglesia con su Santo. Compartimos nuestra comida con un perro mas parecido a una hiena que a un animal doméstico y que nos mira como diciendo o me dan algo o se convierten en mi almuerzo.
Seguimos viaje y nos encontramos con una de las ciudades mas importantes de Perú, Chiclayo, llamada la heroíca Fue una de las ciudades que más colaboró con la gesta del general San Martín para luchar por su libertad.
Nos llamaron la atención tres cosas. En algún lugar vi una estatua de Naylamp, un Dios del Mar, que llegó a esas costas con una gran cantidad de personas, a bordo de balsas, cerca del siglo II d.c. y que gobernó durante doce generaciones. Algunos lo atribuyen a un Dios Maya que llegó a esas costas, pero lo cierto que hay verdadera devoción y respeto por este Rey milenario.
La segunda cosa tiene que ver con los alimentos. Me llamó la atención la mención permanente a King Kong. Averiguamos y nos invitaron a probar un postre, muy rico, hecho a base de galleta, manjar blanco, dulce de piña y dulce de maní. Imposible pasar por ahí sin probar uno. Una delicia. Dicen que es una vieja tradición y que cuando se estrenó la película alguien sugirió ponerle así al postre, por lo grande.
El tercer tema fue el descubrimiento de una estatua, dedicada aun aviador. Es un homenaje a José Abelardo Quiñones Gonzales, un héroe de guerra, que se inmoló para atacar un nido de artillería aérea ecuatoriano, en 1941. Hoy es reconocido por los dos países por su valor, y su figura fue incluida en los billetes de 10 soles. Que lindo sería que un héroe de Malvinas estuviese en algún billete de nuestro país.
Descansamos y al otro día partimos hacia Lima. Nos esperaban unas reuniones y cruzar esa Ciudad hermosa. Nos costó un poco porque tuvimos la mala fortuna de llegar en un horario complicado, pero la atravesamos disfrutándola. No se porque quería ver la luna de Lima. Alguien me había hablado de ella y quería mirarla por un momento. Esa luna a la que le había cantado Chabuca, le escribió Vallejo, y que cobijó el amor del Gran Correntino con esa hermosa habitante de Guayaquiel, Rosa Campuzano, que era la mejor amiga de la mujer de Bolívar. No tuvimos suerte. La lluvia nos iba empujando a seguir camino. Comimos rico, en un pequeño pueblo a orillas del Pacífico, en la casa de una señora. Pescado frito, sopa, ceviche, y otras exquisiteces. Claro que abusar trae sus consecuencias, y así fue durante un par de días.
Cruzar la zona sur de Perú fue una experiencia. Las líneas de Nazca nos invitaron a parar un poco y hacer unas fotos. Y bastante mas adelante nos encontramos con un acto político en plena ruta. Esperaban con banderas naranjas a Keiko Fujimori, candidata a Presidenta, y según las encuestas, las próxima mandataria de Perú. Decidimos esperarla y pudimos verla. Se sumó a la Campaña con mucho agrado y nos dedicó algunas palabras para nuestro país. Seguimos viaje para ver si llegábamos a la frontera. Descansamos muy poco y ahí estaba Chile. Cruzamos y paramos unos kilómetros mas adelante, con los chicos ya recompuestos y muchas ganas de avanzar.
El desierto es un desafío en si mismo. Lo afrontamos con la alegría de sabernos cerca de nuestro país. Manejamos toda la tarde con la expectativa de llegar al Paso de Jama antes de la noche. Nos habían adelantado que a las 23 horas cerraba la frontera, pero los tiempos nos daban para llegar. Lo que nadie nos contó es que íbamos a tener que subir hasta los 4.800 metros de altura. Nos demoró mucho esa subida y cuando llegamos ya no nos dejaron pasar. Pasamos la noche con una temperatura de 15 grados bajo cero, a esa altura.El frío se sumó mi apuntamiento, y mi sensación que entre mi cabeza y mi corazón me iban a abandonar ahí.
Bajarse de la camioneta era una locura, pero perderse ese cielo lo era más. Me hubiese gustado ser mas chico y tener la edad en el que uno se cree que sus seres queridos que ya no están viven en alguna de esas estrellas. Trate de buscar alguna que me dijera algo, como buscando a mi madre, pero no tuve mucha suerte. Todos peleamos por tener plata y sin embargo, ni toda la del mundo alcanza para poder comprar cinco minutos con alguien que ya no está.
Nos quedaba la noche mas larga, hasta las ocho que abrieran el Paso, y hasta aquí contaré. Faltan muchas cosas. Pero después seguiré.
Me traigo de este viaje el cariño de aquellos que nos recibieron y nos saludaron en la ruta. Desde los chicos a los que les explicamos que es Malvinas, a los grandes que nos dieron aliento para seguir reclamando. A todos ellos gracias. Mil gracias.
Después de este viaje yo ya no seré el mismo. Vuelvo otro. Vi las desigualdades, las luchas, el trabajo de la gente, desde el campesino mexicano, hasta el minero chileno, comí cosas tan ricas y que solo se comen en este rincón del mundo, escuche hablar en muchas lenguas, pese a que todos hablamos el mismo idioma, vi desiertos, selvas, lagunas, ríos, montañas, acantilados, mares, cielos, estrellas, vi a las mujeres mas hermosas del mundo, y a los mejores hombres del planeta, vi todo lo que quería ver y mas.
Ya no soy el mismo. Vengo con todo ese bagaje que solo te da una lugar como Latinoamericano. Soy otro. Este viaje reafirma mi lucha por Malvinas, pero también por la igualdad de oportunidades, por la educación para todos, por los derechos de los pueblos postergados que luchan hace mucho, por la justicia, en contra de la trata, y por muchas cosas mas.
Todos creen que Malvinas es parte de Latinoamérica y que debemos seguir reclamando por ellas. Porque todos sabemos que algún día, mas tarde que nunca, Latinoamérica ocupará el lugar que se merece en el mundo. Y para cuando llegue ese momento, Latinoamérica debe ser una sola, y las Malvinas parte de ella para siempre.
Vuelvo distinto.No se si seré mejor, pero se que ya no soy el mismo.

Calle 13 - Latinoamérica Directores Jorge Carmona y Milovan Radovic Productor Alejandro Noriega Patria Producciones
YOUTUBE.COM

miércoles, 2 de marzo de 2016

Campaña Diálogo por Malvinas. Gira Latinoamericana. Segunda parte

Campaña Diálogo por Malvinas Segunda parte. Segundo día o algo así.

Decir que les voy a contar el segundo día de la segunda parte es en parte verdad, y en parte mentira. Porque el primer día no tuvo cierre. Después de la reunión en Unasur decidimos salir a la ruta y manejar hasta la frontera con Perú. Daniel estaba menos cansado que yo y se ofreció a menear mientras yo descansaba, después del largo viaje y las reuniones del Lunes. No pude cerrar un ojo en todo el camino. Mitad por lo malo de la ruta y mitad porque ya venía como muy pasado de cansancio, y aunque parezca una tontería, es muy difícil ponerse al día con el sueño.
Cerca de las cuatro de la mañana, y después de haber podido cerrar los ojos, me desperté con el llamado de Matías que anunciaba una especie de catástrofe evitada justo a tiempo. El camino de montaña, de noche, y con las nubes por debajo de los 3000 metros, altura que habíamos alcanzado con la camioneta, nos topamos con el fin del mundo, o algo así. La ruta estaba rota por el trabajo de la lluvia y el río que pasaba por debajo. Si no hubiesen estado despierto los chicos ahora estaríamos en el agujero, tres mil metros abajo. Frenamos, bajamos, miramos, y nos topamos con la novedad que había un camino alterno, por ahí mismo, pero que un camión se había encajado y había que esperar hasta las 9 de la mañana que viniera la máquina a sacarlo. Un camionero, mucho mas apurado que nosotros, se ofreció a empujarlo y destrabar la situación. Cuarenta minutos después el camino de tierra estaba liberado, y nos encontramos con la sorpresa que era por la mitad de la selva, y había que cruzar un río. La camioneta ya había demostrado su dotes de super heroína cuando voló por los aires mexicanos después que agarráramos un lomo de burro sin señalizar a la altura de la ventosa. Lo que no sabíamos era que sería capaz de hacer buceo para trasladarnos, salvos y sanos, hasta el otro lado de la orilla y poder retomar el camino. Después de la hazaña festejábamos como chicos a los que le sale bien una travesura. Por supuesto que si hasta ese momento no pude dormir mucho menos lo haría ahora. La lluvia nos acompaño en el amanecer del día y ahí volví a disfrutar de las plantaciones gigantes de bananos. Puestos a la vera de la ruta ofrecen las mejores frutas de Ecuador y son una tentación, pero las múltiples reuniones que tenemos por la Campaña hace que no podamos disfrutar de esos momentos.
A las 10 de la mañana decidimos descansar un poco, en una estación de servicio. El ruido, y el calor, no nos dejaron disfrutar del merecido descanso. 
Seguimos camino hasta llegar a la frontera con Perú. Salimos por Huaquillas e Ecuador, a donde llegamos a las 13 horas, y una hora y media después, estábamos terminando los papeles. Antes de retomar decidimos almorzar en la misma frontera. Primer plato Causa, que es una especie de papa rellena, en este caso con Atún. El segundo plato lengua acompañada de frijoles ya arroz. Todo regado con Inca Cola, que tiene un gusto a chicle bazooka muy extraño. 
Entramos en Perú y se acabaron los bananos para darle paso a las plantaciones de arroz.Son gigantes y la economía de la región está basada en ese cultivo. Ingresar por Tumbes también le da la posibilidad a uno de conocer el santuario de manglares de la Costa del Pacifico. 
Tomamos la ruta que va costando el mar, y con el vamos mirándonos de reojo a cada rato. A veces se esconde detrás de algún poblado, como haciéndose desear, y otras veces aparece delate nuestro, como amenazándonos con tragarnos si no lo tratamos con respeto. No es nuestra intención mostrado. Solo queremos que nos vaya acompañando. Lo miramos con respeto, como lo deben haber mirado los pueblos originarios que vivían justo en esta zona, hace cinco siglos, cuando Pizarro y los tuyos bajaron de los barcos para conquistar y devastar la zona, llevándose para siempre su riquezas, pero también su rica cultura y el desarrollo de uno de los pueblos antiguos mas admirados en el mundo por su organización comercial.
Justo es en este lugar en donde amarraron sus barcos trayendo destrucción y muerte. 
Seguimos camino rumbo a un lugar llamado Máncora, porque nos hablaron de sus playas, pero no conseguimos poder ingresar con la camioneta, y preferimos seguir viaje hasta el otro pueblo, que se llama Los Órganos. El nombre les parecerá extraño, pero es porque cuando vino su primer poblador, y cruzaba el monte para ir a pescar, escuchaba música de un órgano, que a veces se acercaba y otras se alejaba, y que el nunca pudo ver, pero que lo acompaña en sus jornadas de pesca.
Estacionamos en otra estación de servicio y después de bañarnos decidimos ir a conocer el pueblo. Nos recomendaron acercarnos a la Plaza Miraflores. No se entusiasmen. Es una pequeña plazoleta rodeada de unos restaurantes muy caseros, en donde pudimos disfrutar de un plato típico de la zona, Ceviche de Conchas Negras. Un manjar. Y muy barato. Para trasladarnos elegimos el vehículo tradicional de esta zona, un mototaxi, conducido por Sarco, un viejo conocedor de la zona que nos recomendó ese bar-fonda-almacén-restaurante o como ustedes quieran llamarlo.
Ahora si estamos preparados para ir a descansar porque mañana nos esperan más de mil kilómetros hasta llegar a Lima, próxima parada de la Campaña en donde mantendremos algunas reuniones importantes, y seguiremos sumando apoyo por el Diálogo.
Gracias a todos los que nos ven en la ruta y se acercan a saludarnos, y nos dan fuerza para seguir, y sueñan como nosotros con un final feliz para Nuestras amadas Islas del Sur del Continente.


domingo, 14 de febrero de 2016

Duodécimo día. Estamos a la espera de poder cruzar a Colombia. Nadie sabe a que hora sale el Ferry y eso nos preocupa Es un servicio muy irregular y la empresa no tiene sitio de internet ni ningún lugar en donde averiguar.
El camino estuvo ligando por las plantaciones de plátanos. Por todos lados se ven cientos de personas trabajando en ellas y de cada árbol una bolsa azul colgando protegiéndolos seguramente de los insectos y ayudando a su maduración. Una vez sacados de las plantas los cuelgan al aire libre, boca abajo, esperando su punto justo hasta que los pasa a recoger el camión. 
En cada plantación hay una serie de casas muy humildes, hechas con durlock, en donde viven los que trabajan. Casi todas están construidas en altura porque parecen estar construidas sobre pantanos. Lo llamativo es que todas tienen rejas de seguridad. No me queda claro si es por la inseguridad o para protegerse de los animales. El tema del Dengue y el Zika son combatidos desde la publicidad oficial con grandes campañas, pero uno después ve a los chicos, jugando descalzos en los charcos de agua, y se pregunta si tanta publicidad será efectiva. 
La primera multa del camino me la hicieron hoy, por exceso de velocidad. Iba a 80 en la Ruta Panamericana, pero parece ser que un cartel, muy bien escondido, que venía en combo con un policía de muy malos modales, exigían que en ese tramo no se podía ir a mas de 50. No dije nada y habrá que pagarla. 
Detrás queda Panamá y su solidaridad con Malvinas, pese a que cuatro diputados decidieron crear un grupo de amistad con los asambleístas de las Islas. Nos recibieron muy bien y el recuerdo de la lucha por la Soberanía del General Torrijos estuvo presente todo el tiempo. 
Cuando crucemos vamos a estar en América del Sur. Mi parte de América. La del fútbol bonito que le ha repartido jugadores como Distéfano, Pelé, Maradona y Messi al mundo, pero también como Garrincha, Ronaldo y Neymar, el pibe Valderrama y Radamel Falcao, Salas y Zamorano, Obdulio Varela y Luis Suárez, el Diablo Echeverry y el Chemo del Solar, Chilavert y Cabañas, y tantos otros que nos llenaron la vista de magia.
La América del realismo mágico de Garcia Márquez y de los cuentos de Vargas LLosa y Jorge Luis Borges, pero también la de Galeano y Benedetti, Gelman y Soriano, Amado y Roa Bastos, Mistral y Neruda, Vallejo y Pedroni, y por supuesto de Cortázar, y tantos otros que nos llenaron nuestros espíritus de sueños.
La América de los las luchas sociales y los movimientos populares. La que parió a grandes de la historia que trascendieron sus fronteras. La que vió nacer solo Libertadores y nunca invasores. La de los que soñaron con que fuera una sola, unida e integra, la de San Martín, Belgrado y Güemes, la de Artigas y O’Higgins, la de Bolívar, Sucre y Santander, y tantos otros que dieron su vida por ella.
La América que sueña con terminar con las diferencia, y que en un acto de dignidad le dijo que no al Alca hace 10 años, la de los pueblos solidarios que reaccionan ante la menor sospecha de peligro, como ocurrió en Malvinas cuando 25 mil Bolivianos se anotaron voluntariamente para ir a la guerra y los pilotos Peruanos hacían fila por subirse a sus aviones. La que acompañó a la Argentina en su momento más terrible, y la que la acompaña en bloque en cada reclamo que se presenta por las Islas.
Esa América que desborda de alegría y le mostró al mundo su música, desde el Tango a la Bossa Nova, pasando por la Cumbia, la Cueca, el Ballenato, el Carnavalito, la Murga uruguaya, la Ranchera, la Bachata, la Samba y la Zamba, y todos los sonidos que amenizan nuestras vidas.
Esa es mi América, la de la parte de abajo del mapa, la del Sur, la que tiene todos los climas y es reservorio de alimentos y agua del mundo. La que sueña con tener un destino de unidad y por eso creó la Unasur, La que busca dejar de ser el último rincón del mundo para ocupar el espacio que le corresponde en la escena mundial. 
La de las riquezas inconmensurables, la esquilmada y usurpada, la que aún llora sus muertos y clama Memoria y Justicia por ellos.
Esa América incompleta, porque aún le falta un pedazo para ser una. Y el pedazo que le falta está en manos de usurpadores que se niegan a dialogar, porque esta América quiere eso, Dialogar, y que vuelvan a casa las mas desprotejidas, las que añoramos, las que están regadas de sangre Americana, faltan ellas, y por ellas seguimos adelante, porque las Malvinas fueron, son y serán, de América Latina.

viernes, 12 de febrero de 2016

Décimo día. Ya con la camioneta preparada decidimos acercarnos a la playa a tomar un poco de sol y planificar lo que nos resta de viaje. Antes de llegar nos paramos a charlar con nuestros amigos de cafeteraporamerica.com que nos convidaron un excelente café mezcla de granos de África y Costa Rica. Una delicia. Hanna me explicó que la temperatura del agua nunca debe superar el hervor, pero que en cada lugar en el que estuvieron cambian los grados. Con Ernesto hablamos de la camioneta y por casualidad la compraron a dos cuadras de mi casa. Me pidieron que cuando vea al chanta que se las vendió les mande saludos de ellos. Se los iré a dar sin dudas. Ya preparados para salir fuimos a retirar la ropa que habíamos dejado para lavar y para sorpresa mía el bulto era infinitamente mas chico que el que había dejado. Le pedí a la señora que por favor buscara lo que faltaba pero después de algunas discusiones y no llegar a nada decidí que se quedaran con mis souvenirs. Atrás quedarán para siempre cuatro remeras, entre ellas una de Malvinas que tenía que me había regalado mi amigo Andrés Dachary y que espero que me la reponga, y una toalla que mi mujer me había puesto para el viaje con su nombre. Recuerden que si pasan por Playa Hermosa no tienen que ir a Congos Hostel. Todo muy lindo, pero vas a volver con un equipaje mas liviano. 
En la ruta empiezo a preparar lo que serán las reuniones de la Gira en Panamá. Este país es el único de América Latina que tiene legisladores que han creado un Grupo de Solidaridad con los Legisladores de las Malvinas. Fueron duramente repudiados por muchos de sus pares, y el Gobierno Nacional hizo malabares para quedar bien con el Argentino, pero la acción ya estaba hecha. Nos pusimos en contacto con dos exPresidentes que nos recibirán, y además vamos a estar trabajando, como hacemos siempre, con un grupo de universitarios y académicos para establecer una cátedra sobre Malvinas en la carrera de Relaciones Exteriores. Nos parece importante poder dejar abiertas opciones para el Diálogo.
En la ruta vamos por un camino que se abre en la montaña, por medio de la selva. Y como todo camino selvático tiene sus atractivos. Una experiencia interesante es cerrar los ojos, si es que no vas manejando por supuesto, y tratar de escuchar los sonidos. Desde miles de pájaros hasta los gritos de los monos, y vaya a saber que otras cosas más. El camino es de muchas curvas y una sola mano, y casi siempre en subida, lo que lo hace lento y largo. Los camiones que marchan rumbo al Canal hacen su trabajo y es muy difícil dejarlos atrás.
Paramos en una pizzería atendida por un italiano que tiene ganas de ir a Buenos Aires porque quiere conocer a Maradona. Daniel le dice que vaya, que le toque el timbre que lo atiende. Yo lo miro como diciendo “mira que yo lo estoy buscando para la Campaña desde hace tiempo y nunca lo pude encontrar”, pero prefiero callar. La pizza muy rica. La masa fina con queso, aceitunas negras, alcachofas y hongos. Seguimos viajes. cada vez falta menos y ya sentimos el rigor de los días. Nos cuesta recuperarnos y arrancar, pero los tiempos nos corren. Se viene lo más difícil que es cruzar de Panamá a Colombia. Será todo una odisea que esperemos nos salga bien. 

jueves, 11 de febrero de 2016

Noveno día. Seguimos en Costa Rica. La camioneta feliz. Pudimos hacerle las reparaciones necesarias para continuar viaje y el motor respiró por unos momentos. Despertarse temprano y salir a caminar por la playa es una invitación que no puedo rechazar. Hay muy poca gente y el sol recién se va despertando y se asoma por mi espalda. Dos kilómetros me separan de unas rocas y hacia allí voy. Solo y en silencio, salvo el ruido de la olas que impactan sobre la arena. La fauna de Costa Rica se hace presente a cada paso y a los pájaros se le suman otros bichos menos amigables. Mas de dos metros de algo se mueve ante mi y me acerco con prudencia. Es una serpiente negra y amarilla, muy finita, que esta sobre la arena. Parece que hay una invasión de ellas por todos lados. Son mortales, y todavía no hay antídoto. La miro, me mira, y los dos resolvemos que lo mejor es ignorarnos. Ella no sabe lo peligroso que puedo ser yo, pero me parece que se da cuenta y me tiene miedo. Me gustaría decirle que si la muerdo no hay antídoto, pero ya quedó atrás. Mas adelante veo un grupo de escarabajos raros. Son chinches que se vuelven peligrosos si uno se acerca. Puede llegar a perforarte la mano si es que los tocas. También los dejo y sigo. Un grupo de barcos espera por los pasajeros que se subirán en un rato para internarse mar adentro y pasar un día haciendo deportes de agua. No está ni cerca de nuestro presupuesto así que es mejor dejar pasar esa tentación.
Seguimos confirmando personas que se suman a la campaña y si fuéramos a hacer a todos tendríamos que quedarnos un par de meses. Hacemos los que podemos y a los demás los iremos sumando de otra manera. En Costa Rica reciben a la Campaña con mucho cariño y todos quieren ayudarnos e informarse. pasamos gran parte de la tarde conversando con la gente y dandole datos sobre nuestra Malvinas. Nos cruzamos con Ernesto y Hanna. El es argentino y ella de Nueva Zelanda. Están haciendo un viaje que comenzó en Argentina y terminará en México conociendo todo sobre el cafe. Hanna me cuenta algunos secretos sobre los distintos cafes de nuestro continente y me asombro cuando me relata que una de las marcas mas importantes de Argentina compra los desechos del café boliviano para su elaboración. Viajan a bordo de una camioneta volkswagen y paran en distintos lugares a vender el cafe que van comprando. Su objetivo es saber todo sobre el producto para irse a vivir s Nueva Zelanda y poner una cafetería. Son divinos y nos piden sumarse a la campaña. Más tarde probaremos su café. Si quieren conocerlos entren a www.cafeporamerica.com, y cuéntenles que los conocen por estos relatos. Se van a poner contentos.
Ahora nos preocupa el famoso paso. América Central y América del Sur están separadas por una selva de 70 kilómetros de extensión, habitadas por tribus y también por paramilitares colombianos. Es imposible hacer ese camino en auto. Ultimamente pusieron un ferry que sale del puerto de Colón y llega a Cartagena. Pero nadie tiene información y los datos son confusos. Habrá que llegar a Colón y tener paciencia, porque la frecuencia es irregular. Pero es el único camino posible. Esperemos que nos nos retrase porque ya queremos empezar a poner rumbo al sur, en donde nos esperan muchos amigos que quieren sumarse a la Campaña, y en donde tenemos pautadas algunas charlas en Universidades y con grupos de jóvenes para informarle sobre lo que estamos haciendo y sobre los derechos de la Argentina sobre Malvinas. Los paisajes son maravillosos y la gente más, pero uno empieza a extrañar un poco. Y además quiero ir a ver a Chacarita.
Seguimos camino y vamos juntando adhesiones a cada paso. Es una obligación poder informar a todos sobre nuestro reclamo. Y es un placer encontrar gente que lo comprende, lo comparte, y nos acompaña en la certeza que América Latina no estará completa hasta que en Malvinas flamee la bandera celeste y blanca.
www.cafeporamerica.com
CAFEPORAMERICA.COM
CAFEPORAMERICA.COM

miércoles, 10 de febrero de 2016

Octavo día. Salimos muy temprano del puesto del Ejército en donde pasamos la noche para llegar antes que los camiones a la frontera. A las 6.12 estábamos en el portón pero todavía permanecía cerrado. Esperamos un rato y a las 6.22 abrieron y comenzamos los trámites. Del lado de Nicaragua fueron muy rápidos, y del lado de Costa Rica costaron un poco más. En migraciones no nos cobraron nada, y creo que es el primer país en el que no abonamos, pero te exigen un seguro obligatorio del auto, de 35 dólares. Los pagamos y seguimos viaje, pero antes nos llamó la atención que en la frontera, del lado de adentro todavía, hubiese gente viviendo en carpas. Consultamos y nos dijeron que eran los Cubanos que intentando llegar a los Estados Unidos quedaron varados en la frontera porque Nicaragua no les permitió el paso argumentando razones de seguridad. Son más de cuatro mil y ahora se les han conseguido vuelos hasta El Salvador desde seguirán viaje al norte, en busca de su sueño americano. Sin embargo muchos no se quieren ir, y el Gobierno de Costa Rica los amenazó con quitarles las visas y devolverlos a Cuba, con lo cual la situación es bastante tensa.
La verdad no puedo comentarles mucho de la ruta porque como les conté ayer, tuve que hacer la primera guardia de 2 horas porque no estábamos muy seguros donde nos quedamos, pero la misma se extendió y después se vino todo el sueño junto.
En el camino advertimos que la camioneta empezaba a tener algunos problemas técnicos, nada complicado, pero necesitaban ser solucionados con cierta premura, por lo cual decidimos hacer una escala en Costa Rica para continuar viaje y llegar a nuestro destino. Nos encontramos con una chica argentina que hacía, sola, el mismo camino que nosotros, pero al revés, y le preguntamos donde podíamos parar. Nos recomendó un lugar sobre el Pacifico que se llama Playa Hermosa. Acá estamos, arreglando la camioneta y aprovechando unos minutos del mar. Nos alojamos en un camping Congos Hostel, que se llama así en honor a los monos que habitan la zona, los Congos.
Después de trabajar bastante para solucionar esos problemas, nos acercamos a la playa y vimos otro atardecer increíble, en donde el sol y el agua juegan a ver cual de los dos es mas lindo, y quien termina devorando a quien, pero esta vez con ayuda de unas montañas que se extienden por todos lados. Son pequeñas, pero parcelen el marco ideal para alojar a esa pintura en donde el sol rojo se acuesta en el horizonte y va desapareciendo, pero nunca deja de iluminar. Mientras tanto le dedicamos tiempo al vuelo de una gaviota, que intenta llevarse su alimento de este mar tan generoso. Vuela dando círculos grandes hasta que parece detenerse en un punto y de allí, a unos seis metros de altura, se lanza en picada hasta que su pico impacta en el agua produciendo un extraño sonido, y cuando uno quiere levantarse para ir en busca de ella y ayudarla, en ese preciso instante se levanta y remonta vuelo hacia el cielo,con un pez en su pico, y a uno le da ganas de ponerse de pie y aplaudir, como si estuviese disfrutando de un ballet.
Empieza a oscurecer y las figuras humanas ya no se distinguen. Son solo sombras que se mueven dejando la playa en busca de sus hoteles o camping. Es hora de comer y prendemos un fuego para asar un pescado que conseguimos. Lindo momento para la charla y surgen dos temas. Daniel me cuenta una historia increíble, que escucho sin abrir la boca porque me parece fantástica. Me cuenta de un chico de 10 años que en la escuela tenía una admiradora, y de la cual el también gustaba. Esa chica le escribía cartas que decían “Te quiero, me gustas”, con es ternura infantil con la que se pueden escribir esas cartas, pero que las mandaba por una amiga porque era muy vergonzosa. Fueron los primeros besitos de los dos que quedaron atrás en el tiempo, pero nunca olvidados. Quien se puede olvidar de sus primeros besos?. Cuatro décadas después, y gracias al maravilloso invento de las redes sociales, esos labios se reencontraron, y la intensidad de eso besos fueron otros. Esa mujer sigue sonrojándose como cuando era chica, pero los dos saben que lo que resta del camino es para hacerlos juntos. Me contó Daniel que esa mujer, siempre preocupada por los demás, es hoy una profesional que se ocupa de la recuperación de chicos con dificultades. El sabe, porque me lo confesó, que es su mujer en la vida, y quiere llegar para verla. Mientras tanto Gabriela sigue esperando, pero no ya por cuatro décadas como antes, solo por unos días, hasta que la Gira arribe a Buenos Aires.
Me siento en el deber de contar algo yo y recuerdo que cuando era chico mi padre me hablaba de muchas cosas. Siempre al revés de la historia. Si yo volvía de la escuela y le contaba que Rosas era malo el, muerto de trabajar todo el día, me contaba quien había sido Rosas y lo que había hecho por la Patria. Una vez me llevaron de excursión al Museo de la Subversión, que estaba en las instalaciones del Regimiento de Patricios. Cuando volví no puedo dormir de las cosas que había visto. El me dijo que eso era mentira, que no era así, y recién ahí pude conciliar el sueño, aunque nunca me olvide. Y me contó también que había una ruta que unía toda América, la Panamericana. Por ahí vengo transitando, como demostrando una vez más que todo lo que me enseño ese hombre es verdad. Algún día tiene que terminar su novela sobre el Corsario Hipólito Bouchard, la única manera de entender porque las banderas de Centro América se parecen tanto a la nuestra. 
Mañana tenemos mas reuniones para avanzar en la difusión de la Campaña e iremos al encuentro de personalidades de la historia de Costa Rica para que se sumen.
PD: Esta canción va dedicada a mi viejo

https://www.youtube.com/watch?v=LS3ux2av7MA


Séptimo día. Comenzamos la mañana con los preparativos para la reunión que tendríamos en el American College, con su rector y el coordinador del Grupo de apoyo a Malvinas en Nicaragua. Cuando íbamos camino a esa cita nos interceptó un móvil de Canal 12, Vos Tv, quien nos pidió hacer una entrevista para el noticiero. Subieron a la camioneta y uno a uno fuimos pasando. La entrevista fue amena y muy cálida.
Daniela, la bonita asistente del rector nos estaba esperando en la puerta para llevarnos a una sala en donde íbamos a tener la reunión. Después de presentarnos comenzamos a charlar sobre el trabajo que vienen haciendo ellos y nuestra Campaña. Coincidimos en que el Diálogo es el único camino posible para solucionar este tipo de conflictos. Hablamos del gran poeta Nicaragüense Ruben Dario, quien supo vivir en la Argentina, y del que se está conmemorando el centenario de su fallecimiento. Ademas de haber hecho un aporte importantísimo a la renovación de la lengua española, también fue un gran activista a favor de la causa del Latinoamericanismo. Vale recordar uno de su poemas de 1905 en donde manifiesta su opinión política.
"Eres los Estados Unidos,
eres el futuro invasor
de la América ingenua que tiene sangre indígena,
que aún reza a Jesucristo y aún habla en español.
Y por supuesto hablamos de Sandino, quien con un grupo de hombres valientes como el enfrentaron al poderoso ejército de los Estados Unidos. De el dijo el escritor Miguel Ängel Asturias "Hablad en las plazas, en las
universidades, en todas partes,
de ese general de América,
que se llamó Augusto César Sandino
Usadlo contra el panamericanismo
del silencio y que resuenen nuevas voces
de juventudes alertas en las atalayas,
pues la lucha de Sandino continúa.
Son dos figuras presentes en cualquier lucha que se comience por la soberanía y la independencia de nuestros pueblos.
Cerca del mediodía fuimos hasta la sede central del Frente Sandinista de Liberación Nacional, en donde funciona también la casa del Presidente Daniel Ortega, y la oficinas de Gobierno. Su esposa, Rosario Murillo, que lleva el mismo nombre que la esposa de Ruben Dario, es quien se encarga de la Comunicación oficial del Gobierno.
Nos esperaba la Asamblea Nacional para tener una reunión con un hombre que ha hecho mucho por la Causa de Malvinas, el diputado Jacinto Suárez, Presidente de la Comisión de Relaciones Exteriores, a quien invitamos al Congreso que estamos preparando en la Provincia de Tierra del Fuego. El 10 de Junio, por disposición de esta Asamblea, se conmemora en Nicaragua el día de las Malvinas.
A eso de las tres de la tarde quedamos libres y decidimos conocer una de las tantas bellezas que tiene Nicaragua, sus playas, Escogimos las de Masachapa porque nos las habían recomendado. El camino fue difícil pero valió la pena. Guiados por un pequeño de 9 años, Juan, descubrimos el Pacifico con todo su esplendor. El sol caía a 45 grados sobre la arena mojada, y mientras un grupo de chicos jugaba a la pelota, una bandada integrada por Buitres, Gaviotas e Ibis blancas , se posaban sobre los botes de los pescadores en busca de su alimento diario. Arriba de la playa se divisaba un viejo cementerio que con el trabajo permanente del agua se fue viniendo abajo, aunque todavía quedan en pie un grupo de tumbas con sus clásicas cruces, que sirven de base a varios buitres que espiaban el horizonte en busca de mas barcos pesqueros.
Al rato, el sol y el mar, en una combinación increíble, nos regalaron el mas bello atardecer al que uno puede aspirar. Cuando la bola de fuego naranja ya no se divisaba emprendimos el regreso. Atrás quedaba Masachapa y su maravillosa gente.
Juan me contó que el trabajaba para ayudar a su mamá, que cocinaba para otros, y que era muy difícil ganarse el peso. Le pregunté por su padre y me respondió que había muerto. Quise indagar que le había pasado y me contestó que se había muerto de azúcar en Managua. Le pregunté como de azúcar, y lo único que me dijo es eso, se murió de azúcar. La pregunta que nos hicimos es si habrá sido en la cosecha de la caña o si murió de diabetes, pero eso entra en la fantasía de cada uno.
Nuestro próximo destino es Costa Rica, y así allí comenzamos a viajar. La ruta estaba llena de gente en la calle, lo que la tornaba muy peligrosa, y eso nos demoró mas de lo previsto. Nos acompaña un cielo perforado de estrellas, algunas de las cuales parecen titilar. Elijo una para seguir y observar, pero no puedo sostenerle el juego y ya no la encuentro. Mientras nosotros vamos por la carretera de Nicaragua quienes viajaran por esas estrellas y hacia adonde irán?. Vuelvo a mirar y ahora el cielo explota de luces titilantes. Es mucho infinito para mi y por esa manía de querer cuantificar todo me pongo a contar estrellas. Cuando voy por 120 me resigno a no seguir. Alguien me hace trampa, porque me agregan luces todos el tiempo. Me rindo. Dejó el cielo para otros y fijo la mirada en la ruta. Intentamos apurarnos un poco, ahora que mejoró la ruta, pero llegamos tarde a la frontera y está cerrada. De repente nos vemos rodeados por un grupo de hombres que estaba ahí, decidimos irnos ante la sospecha de que podíamos pasar un mal momento. Tenemos que dormir en algún lugar y recordamos que a unos kilómetros pasamos por un retén del ejército. Decidimos ir hasta ahí y le pedimos asistencia a los militares. Pero igual tenemos dudas. En estos momentos me toca hacer la primer guardia de tres, dividida cada dos horas. Daniel y Matías duermen y yo mato el tiempo escribiendo. A las 6 de la mañana abriran la frontera y esperamos llegar antes que la larga cola de camiones.
Nos vamos de Nicaragua con el sabor dulce de haber conocido a su gente, tan solidaria con el tema Malvinas. Un dato que me llamó la atención es que cada 2000 metros hay una escuela, para que nadie se quede sin saber escribir ni leer. Esta fue la primera tarea del Sandinismo cuando destituyó a la larga y sangrienta dictadura hereditaria de los Somoza. Acabar con el analfabetismo, y lo lograron. Y creo que en esas pequeñas cosas es donde se ganan las batallas. Un pueblo que sabe leer es mas difícil de engañar. Me quedó con el recuerdo de un hombre, aún vivo.Un poeta excelente y un revolucionario increíble. Don Ernesto Cardenal, quien integró el grupo fundacional de los 12, el comando del Frente Sandinsita, junto al histórico Carlos Fonseca, y a Tomás Borge, entre otros. En ese momento era un cura que interpretó el mensaje de que al Evangelio hay que llevarlo adelante con un oído en el pueblo, y el otro en Dios, como decía nuestro Monseñor Angelelli. Por esa razón, Juan Pablo II lo excomulgó para siempre de la Iglesia. El Papa Francisco, constructor de puentes y amante del Diálogo, lo reincorporó y creo que se hizo justicia. Mientras sigo con mi guardia veo un cartel que dice Hasta Siempre, con la Foto de Daniel Ortega, y debajo la leyenda “Nicaragua, Cristiana, Socialista y Solidaria. Hasta siempre Comandante. Hasta siempre Nicaragua.
Sexto día. Amanecimos en San Salvador más temprano que de costumbre porque pasamos la noche en una estación de servicio que creó a las 11, porque nos explicaron que era una zona peligrosa. Aparentemente bajaban de los barrios las pandillas y asolaban la zona, por lo cual tuvimos que contratar a un personal de seguridad que nos cobró 20 dólares para cuidarnos. En el medio de la noche escuchamos como tuvo que cargar su arma larga para espantar a alguien que quiso llevarse de souvenirs la cubierta de auxilio de la camioneta. Antes de salir miró un diario y leo que la Embajadora de los Estados Unidos se iba del país lamentándose porque no se había podido alcanzar el fin de la violencia. “No entiendo como un país que hace 20 años firmó la Paz no pueda ponerse de acuerdo para acabar con la violencia”. Me acordé de un viejo chiste que decía que el único lugar en donde no había golpes militares o inestabilidad institucional eran los Estados Unidos, por la simple razón de que allí no había Embajada norteamericana.
Dejo atrás el País de uno de mis primeros ídolos Latinoamericanos, luchador incansable por la Paz, quien sabiendo que corría peligro no dudo ni un instante en ofrecer su vida para que todo el mundo conociera las atrocidades que se cometían en contra de su pueblo. La gente lo recuerda en las paredes de sus casas. Monseñor Arnulfo Romero murió acribillado mientras denunciaba a sus futuros asesinos.
Tomamos la carretera rumbo a Honduras. Pasamos por un cuartel militar que decía “El ejército vivirá si la República vive”. Todavía tienen en la puerta de los destacamentos las barricadas con personal apostado con armamento de guerra.
La ruta es muy linda y disfrutamos de los mil colores que ofrece El Salvador. Los cañeros trabajan a uno y otro costado de la ruta, llenado camiones que cuando uno los ve en marcha imagina a Carlos Valderrama, ese exquisito número 10 colombiano, avanzando entre defensores, porque vienen muy rápido, pero llevan colgando las cañas por todos lados, como el crack llevaba su melena al viento. Me voy sin probar las pupusas y eso no me lo perdonaré jamás. Ya volveré.
Llegamos a Honduras cerca de las 10 y 30 horas y comenzamos con los trámites de migración y aduana. Los hacemos bastante rápido porque esta vez contamos con la amabilidad de una señora que colabora con nosotros. Claro que no podemos zafar de pagar el canón por la camioneta y una visa que nos cobran por nosotros. Hay que estar advertido de esto porque venimos pagando en todas las fronteras. Lo extraño es que después de unos metros alguien nos pide los recibos y ya no nos quedará constancia del pago. En la cola de los trámites alguien comienza un debate. Nos ven argentinos y siempre aparece la misma pregunta. Maradona o Messi. Participa hasta un brasileño quien también da su opinión. Cuando me preguntan les digo “ninguno de los dos, para mi el más grande fue el Mágico González”. Me miran y les gusta lo que les digo, porque fue el mejor jugador de Centro America de los últimos tiempos. Seguro mi amigo Vito Amafiltano me dará la razón. Vamos bastante bien hasta que comenzamos a transitar por la rutas de Honduras. Nos da la sensación que las importaron de la última guerra de Kosovo y las pusieron acá. Un verdadero desastre su abre vamos nuestros pies, y los pobres amortiguadores de la camioneta trabajan mas de lo esperado. Por mas que bajamos la velocidad, esquivar los pozos se transforma en un verdadero desafío. Por uno kilómetros reaparece el escenario desértico de México, y también el viento, pero no lo aprovechan como allá. Antes de salir del extenso territorio gobernado por Peña Nieto vimos una parque eólico inmenso. Y por un momento me sentí Don Quijote, aunque en verdad me parezco mas a Sancho Panza, a bordo de un Rocinante motorizado, luchando contra eso molinos, muchos mas grandes que los de la obre de Cervantes. Solo hay una diferencia entre el Hidalgo Caballero de la Mancha y yo. Y es que a mi me espera una Dulcinea de verdad, mucho más bonita que la de la historia, y a la cual extraño demasiado. Dulcinea, o María José, es una parte fundamental en esta historia, como lo ha sido durante toda esta campaña, y en gran parte de mi vida, y espero que lo siga siendo, sobre todo en lo último, por muchos años más.
Sin su esfuerzo no podríamos haber hecho la foto del Papa, o muchas otras más. Sin su colaboración no hubiese empezado esta campaña. Y sin su determinación la habría abandonado cuando las cosas no salían. Abogada excelente, productora de lujo, socia fundamental, y sobre todo, la mujer de mis sueños.
En Honduras hacemos una parada técnica, larga, para recuperar fuerzas, y porque Daniel se siente verdaderamente mal. Arrastra un malestar desde hace dos día, pero hoy lo dejó de cama. Se repone y continuamos. Llegamos a la otra frontera, la que une a Honduras con Nicaragua, y vuelve a aparecer la selva en su esplendor. Mientras esperamos en la aduana Nicaragüense, aunque ya de noche, se escuchan los pájaros que se comunican de un árbol al otro. No los puedo ver, pero los imagino grandes por su graznidos, y coloridos por la alegría de sus cantos. Ya estamos en la maravillosa tierra de Ruben Darío, y de Sandino, por supuesto. Tenemos alguna dificultad al ingresar porque, cansados de los falsos influyentes, solicitamos que nos muestren la credencial. Se enojan, pero enseguida lo solucionamos. La ruta es fantástica. Hace mucho calor. necesitamos acercarnos a Managua porque allí nos espera mucha gente. Paramos en una gasolinera y descubrimos a Nelson, un personaje que trabaja acá, pero que podría ser funcionario del gobierno. Empezamos a intercambiar historias y me pregunta por que se tanto de Nicaragua. Cerca de la madrugada le confieso que amo Nicaragua y a su gente por sus luchas, su romanticismo, su hestoicidad, por llevar adelante sus sueños de libertad, y por continuarlos, por pelear todos los días por un país mejor, y sobre todo, porque siempre estuvieron a nuestro lado, siempre, y Malvinas lo tienen presente. Y pelean junto a nosotros por ellas. Por el Diálogo, por la Paz, y porque se cumplan los sueños de soberanía de todos los pueblos Latinoamericanos. Gracias NIcas. Hoy espero disfrutarlos.

sábado, 6 de febrero de 2016

Quinto día. Despertarse en La Antigua es un mimo al alma. Y si encima el dueño de la casa en donde estacionamos la camioneta, Juan Sebastián, se acerca para ofrecerte desde su baño hasta que entres a su casa a desayunar, sin conocerte, es demasiado. Me contó que vive ahí desde chico y que ama el lugar, pero que ya no es lo mismo. Yo estuve hace varios años y en algo coincidimos. Está un poco más comercial y al trabajo de la gente que baja de las montañas para ganarse su pan se le presenta la competencia de aquellos que han invertido mucha plata para atraer a turistas mas sofisticados. Son las leyes del mercado me dirán, pero la gente necesita seguir trabajando para poder comer, si no se va a complicar. Me contó que ahora están contentos porque ganó las elecciones una arquitecta nacida en La Antigua, y tiene un plan de recuperación y preservación de la Ciudad. Ojalá salga todo bien y su gente no tenga que pasar otra vez por la situación de ver varios intendentes detenidos por corrupción.
Salimos a la ruta temprano porque la idea era llegar a la frontera de Nicaragua, atravesando Guatemala, El Salvador y Honduras. No pudimos, pero eso lo cuento mas adelante. 
Me toca manejar a mi y lo hago con mucho placer. Y el que maneja elige la música. Aunque en realidad la pone Matías desde mi celular. Suena Charly García y Los Dinosaurios y justo se presenta un cartel gigante, con siluetas, que dice “¿Donde están los desaparecidos?. Coincidencias o no. Pero lo que no es coincidencia es que las políticas criminales que azotaron a nuestro continente se hayan parecido tanto. Se me infla un poco el pecho y lamento que los Guatemaltecos, pese a todos los esfuerzos de mucha gente, no hayan tenido la suerte, o el coraje, de encontrar memoria, justicia y verdad como lo hicimos nosotros. 
La ruta es perfecta, y pese a que damos una vuelta de mas, vamos saliendo de a poco de la hermosa Guatemala. El camino se abre como una flecha en el medio de una selva bellísima , cuyas ramas caen sobre el techo de nuestra camioneta como queriendo abrazarnos para que no nos vayamos. El colorido a un lado y otro del camino se parece a uno de esos cuadros de pintores naturalistas de Centro América, que llenan los museos de otros países. El asfalto es excelente y ya no vemos a la gente sobre la ruta tratando de vendernos sus aguas de tamarindo y piña. Algo que comimos nos cayó mal a Daniel y a mi, pero lo vamos superando. En el camino me entero que ganó Chacarita y eso me pone feliz. 
Al mediodía llegamos a la frontera de El Salvador con la intención de pasar rápido, pero cometimos el error de no contratar los servicios de los falsos influyentes, y el señor de la aduana, que parece tener algún tipo de vínculo comercial con ese grupo, nos demora más de lo necesario. Tres horas de juntar papeles y esperar que el señor se dignara a acercarse a la camioneta, mientras vamos viendo que en otros autos las inspecciones son hechas por esos mismos falsos influyentes. Cosa que pasan en todos lados.
Retomamos el camino cerca de las 3 de la tarde y nos damos cuenta que no almorzamos. Paramos en un negocio comercial atendido por una señora, sus hijas, y sus nietas. Un restaurante especialista en pupusería, con una elaboración muy artesanal. Tanto que la señora hace las pupusas, un estilo de empanadas aplastadas, rellenas de vaya a saber que cosa, que por ahora no hemos probado, con sus propias manos y al aire libre, sobre un costado de la ruta. Después de todo no somos inspectores de bromatología.
Mientras almorzamos vemos a un grupo de jóvenes vestidos de blanco salir de una calle de tierra, custodiados por la policía, tocando instrumentos como el bombo, la flauta, el trombón, la trompeta y varias más, caminando al frente de un grupo mas intenso, quienes portaban una imagen gigante de la Virgen de la Desolación. 
Iban en procesión porque hoy comienza, para los católicos, la semana de penitencia previa a la cuaresma. Ahí recuerdo lo que dijo el Papa Francisco, “No es necesario creer en Dios para ser una buena persona. En cierta forma, la idea de Dios no está actualizada. Uno puede ser espiritual, pero no religioso. No es necesario ir a la iglesia y dar dinero. Para muchos, la naturaleza puede ser una iglesia. Algunas de la mejores persona en la historia no creían en Dios, mientras que muchos de los peores actos se hicieron en su nombre”. Nada que agregar.
Seguimos camino y vemos un cartel que dice no bote basura. Dudamos un instante si está escrito con v o con b. Nos reímos y decimos que es lo mismo. Suelen pasar tragedias cuando botamos o votamos basuras.
Tiempo de mi descanso y cambio de piloto. Un perro decide cruzarse en nuestro camino, y Daniel, poseído por el espíritu de Ayrton Sena, y advertido por Matías, hace una maniobra digna de un piloto de fórmula 1. Pero no vamos a bordo de un fórmula 1 y una lluvia de vasos, cubiertos y electrodomésticos cae dentro de la camioneta. No importa. Un vaso menos, pero el perro seguirá vagando por las calles de El Salvador sano y salvo.  Seguimos camino pero decidimos hacer un desvío y quedarnos a pasar la noche en San Salvador. Mañana será otra historia. Nos esperan el cruce de 2 fronteras y 650 kilómetros nos separan de Managua, nuestro próximo destino, en donde nos esperan el lunes por la mañana en el campus de la principal Universidad de Nicaragua.. 
Antes de irme a dormir pienso que por estos caminos, en mitas de la selva, vivieron luchadores que pelearon por la soberanía de sus países, como Farabundo Martí y Augusto Sandino. La pelea por la defensa de la soberanía continúa y son nuevos los desafíos para lograrla. Y nuevo sus protagonistas.
Malvinas es un desafío que tenemos los Argentinos por delante. Generar situaciones que nos lleven a lograr la soberanía plena a través del Diálogo es una obligación y una necesidad. Nuestra Constitución así lo dice. Y nuestro corazón nos obliga a seguir adelante, como nos dijo el Papa Francisco.

PD: Como homenaje a este pueblo tan cálido de El Salvador, agrego la explicación de la pupusas que figura en wikipedia. 

Una pupusa (del pipil pupusawa) es la pronunciación españolizada de popotlax, una conjugación de las palabras en el idioma Náhuatl popotl, que significa grande, relleno, abultado, y de tlaxkalli o tortilla.n. 1 Es una tortilla de maíz gruesa hecha a mano (a base de masa de maíz, una masa de harina de maíz usada en la cocina americana) que está rellena con uno o más de los siguientes ingredientes: queso (normalmente un queso fresco muy común en ciertos países americanos llamado quesillo), chicharrónayotefrijoles refritos o queso con loroco. También está la pupusa revuelta con ingredientes mezclados, como queso, frijoles, chicharrón o tocineta.
Las pupusas son la comida típica más difundida en El Salvador,1 probablemente por la tradición instituida de generación en generación. Pese a que no se conoce de manera certera su origen, estudios antropológicos señalan que nació en territorios centroamericanos, especialmente en el occidente de El Salvador.
La preparación de dicho alimento conlleva diversos pasos y el uso de ingredientes variados, los cuales también constituyen un aporte económico para los productores. Existen controversias que han tomado carácter internacional acerca del origen y derechos sobre las mismas; sin embargo, dichas controversias no han supuesto consecuencias.
Pupusas hechas en Olocuilta, La Paz, El Salvador. La forma en que se sirven es típica para pupuserías salvadoreñas.
Es muy similar a las arepas venezolanas y colombianas, así como a las tortillas panameñas.
Cuarto día. Arrancamos muy temprano porque nos esperaban a las 9 de la mañana en la Embajada Argentina. La noche la pasamos en una estación de servicio, en las afueras de Guatemala, en donde conseguimos luz y lo mas importante, wi-fi.
Llegamos tarde a la cita porque el tránsito, al igual que en todas las grandes ciudades, es imposible, salvo para esos colectivos de colores de los que ya hable, que llevan colgados a eximios equilibristas de sus pasamanos, quienes gritan a los otros choferes y visualizan a los posibles pasajeros, ordenando a los conductores a los gritos, quienes sin reparar en los demás son capaces de lanzarse, cual aves rapaces, de una punta a la otra del camino.
Nos esperaba la Embajadora Argentina en Guatemala, Ahumada, quien nos regalo parte de su tiempo para hablar sobre la importancia de la gira y de la Campaña, y brindarnos un excelente panorama de la situación sobre America central, que fue muy instructiva. Le agradezcp por su deferencia.
Entre esa reunión, y la próxima, teníamos un espacio de tiempo que aprovechamos para conocer el lugar y comer un excelente ananá, o piña, como lo llaman por acá. 
Entramos a una tienda de música y Matías se sentó al piano, interpretando varios temas, entre ellos algo de tango y folklore, que hizo que los empleados se acercaron a mirar. Un lindo momento musical que Daniel disfrutó con su hijo. Me dio una sana envidia verlos compartir ese momento, y pensé que me hubiese gustado haber hecho este viaje con mi hijo también, pero a veces uno no sabe decir las cosas cuando tiene que decirlas, y me di cuenta que hace mucho tiempo que no le digo que lo amo.
Nos esperaba el Ex Presidente de Guatemala, Vinicio Cerezo, quién tuvo la difícil tarea de ser el primer mandatario democrático después de una larga y penosa dictadura que asoló a este país tan bonito. Charlamos con el sobre la importancia del apoyo de los países de Centro Amèrica a la causa Malvinas, y de su activa participación en los grupos de solidaridad. Está enfrascado en preparar un análisis de la situación política de su país, al cumplirse 30 años de su mandato.
Este país tan hermosos que está presidido por un cómico, quien no medía nada en las encuestas y que después de una especia de que se vayan todos, a raíz de la situación de corrupción que terminó con el Presidente y la Vicepresidenta presos, lo colocó en el gobierno, con muy poco apoyo de la Asamblea Unicameral, y que deberá negociar permanentemente para llevar adelante a Guatemala.
Pasamos por el monumento que se levanta al General San Martín y nos detuvimos unos instantes, para luego continuar rumbo al primer recreo que nos tomamos en esta gira.
Decidimos ir a conocer La Antigua, la Ciudad que fue Capital del Reino de Guatemala entre mediados del siglo 16 y fines del siglo 18, y que soporte una gran cantidad de terremotos, hoy declarada Patrimonio de la Unesco con el número 65.
Es bellíisima, con sus calles empedradas, y sus construcciones gigantes, de la época colonial, y que mezcla a extranjeros con descendientes de los pueblos originarios, quienes venden desde instrumentos musicales hasta tejidos, y que llenas de color y alegría estas calles.
Entramos en una galería de arte contemporáneo Latinoamericano de muy buen gusto y ví unos cuadros que parecían de Botero. La curadora de la Galería me explicó que en realidad es un estilo de l siglo 16 al que se lo denominó “adquisición de volumen”, y que antes de Botero fue usado por el Mejicano Diego Rivera, de quién el Colombiano lo habría copiado. Me puse a pensar que de alguna manera yo soy partidario de ese estilo, porque con los años fue adquiriendo volumen, lo que casi me trasformaría de un simple gordito a un verdadero artista.
Vamos a hacer noche aquí, para partir por la mañana a Nicaragua, previo paso por Honduras o El Salvador, todavía no está decidido. Rumbo a la camioneta pasamos frente a la Alcaldía y estaban tocando unos marimberos quienes hacia las delicias de los que quisieran escucharlo. Otro momento musical. Y mientras sonaban esas marimbas, con ritmos caribeños, me acordé que en casa hoy es carnaval. Es una de las fechas que más disfruto porque junto a mi princesa Catalina, mi chinita, nos divertimos mucho. Ella me acompaña a ver las murgas, una pasión que tengo desde chico, y yo le compro varios tarros de nieve para que se convierta en una luchadora al frente de un ejército imaginario cuyo objetivo es vencer a las tropas masculinas, llenadolos de espuma. Por supuesto que las protejo de los agresores y así podemos pasar varias horas siendo felices. Me puse triste porque siento que le estoy fallando estando tan lejos. Miré el cielo, en busca de las tres marías, porque esa es nuestra contraseña para cuando nos extrañamos. Y se me cayó una lágrima pensando en esa nena que me llena de amor todos los días. Espero que alguna vez perdone y me entienda.
Daniel me contó que un ex jugador de Chacarita anda por estos pagos y que gracias a el el equipo ha mejorado tanto que va primero en la liga, y que le dicen gambetita. Recurro a mi hermano Rafael para que me ayude porque no puedo recordar su nombre. Que grande Chaca.
Mientras tanto seguimos con la Gira, y a cada paso que damos somos muy bien recibidos. Los autos que pasan nos tocan bocina y nos saludan, y la gente nos ayuda permanentemente, y hay quienes se acercan con sus hijos a sacarse fotos con la camioneta. Gracias a todos. Nos hacen sentir a cada minuto mas cerca de Malvinas.  
ercer día. Por fin llegamos a Guatemala. Ayer dormimos poco porque llegamos a Ciudad Hidalgo a eso de las 3 y media de la mañana, después de cruzar México durante todo el día. Atrás quedaron los tacos, los frijoles, y sobre todo el picante, que los mejicanos parecen usar para todo, incluso para desayunar. Después de dormir cuatro horas nos despertamos y nos preparamos para el largo viaje. Habíamos estacionado la camioneta en un Oxxo, que son pequeños supermercados abiertos las 24 horas. Nos preparábamos para salir cuando conocí a Oubón, un pibe que mientras yo trataba de agarrar algo de wi-fi me daba vueltas con unas bolsas de pan en la mano. Me miraba pero yo estaba luchando a brazo partido contra la tecnología y trataba de no distraerme. Siguió esperando hasta que me ganó por cansancio y se acercó para ver si quería comprarle pan. La verdad vivo a dieta pero me pareció interesante gastarme los últimos 9 pesos mejicanos que tenía como para iniciar una conversación. Oubón me contó que vive junto a sus padres y 5 hermanos cerca del volcán próximo a la frontera y que todos los días bajan para venir a trabajar. Son Hondureños pero están ahí de paso porque su sueño es llegar a los Estados Unidos. Tiene 16 años, pero parece de 11. Me dijo “soy chaparrito, pero no pierdo las esperanzas”, y me robó la primera sonrisa del día. Su padre es pastor de una Iglesia, El Señor de las Cosecha, que pertenece a la Iglesia Cristiana Pentecostés. Son pobres y trabajan todos para vivir con dignidad. Quiso saber de las Malvinas y le expliqué. Me dijo, “ah, entonces las tienen los piratas”, y me reí. Mientras devoraba el pan, que estaba riquísimo, aunque el me miró y me dijo “mire que se lo pone manteca o mermelada”, seguimos charlando y le conté quienes eran las personas que estaban en las fotos. Cuando llegamos a Mascherano me preguntó si lo conocía. Y después vino la pregunta fatal. “¿Porque no está Messi en las fotos si es argentino?. La explicación no le satisfizo, ni a mi dársela, pero le conté que en la campaña no obligábamos a nadie. Al rato se lo presente a Daniel y se pusieron a charlar. El es mas simpático con la gente que yo y eso se nota mucho. Me quedé con lo del sueño de esa familia. Sabrá que cuando lleguen, si logran hacerlo todos, van a seguir siendo tan pobres como ahora, pero viviendo con el terror de ser deportados o perseguidos, sin poder ir a un hospital?. El problema de los migrantes es una deuda pendiente que tienen nuestros políticos y que hay que resolver con premura. A veces miramos a Asia, Africa o Europa, y no nos damos cuenta que en nuestra America pasa lo mismo. Cientos de desplazados, marginados, o expulsados para siempre de la sociedad buscan un sueño. Un sueño que muchas veces se convierte en pesadilla. El Papa vendrá nuevamente a nuestro continente y este será un tema central en su agenda. Ojalá que si no se resuelve por conciencia se pueda resolver por vergüenza.
La última vez que estuve en Guatemala fue cuando me mandaron del noticiero de America para cubrir la noticia del robo de los tres hijos de Gabriela Arias Uriburu. Trate de ayudarla mas allá de la cobertura mediática en todo lo que pude, y eso forjó una amistad que aunque no nos veamos sabemos que existe. Gabriela me enseño algo importante. La paciencia y el Diálogo hacen milagros. Ella ahora ve a sus hijos y pasa mucho tiempo con ellos, no todo el que quiera, pero lo logró, y a mi me emociona.
Salimos rumbo a la frontera y cuando nos acercamos vimos un mundo de personas viviendo de la desesperación de los otros. Una larga cola de más de 6 cuadras para pasar y supuestos hombres con contactos que se trepaban a la camioneta para ofrecernos sus servicios. Seguimos marcha hasta que no pudimos evitar a uno que nos mostró una credencial que debería tener la misma influencia que  el referéndum de los habitantes de Malvinas. 
Cinco pesos para cruzar el puente, 40 para estacionar, 160 para entrar la camioneta a Guatemala, 38 para que la desinfecten, y asi uno atrás del otro. Después de evitar a los hombres con contactos y a los cambiadores de pesos mexicanos en quetzales que perdían plata para ayudarnos salimos rumbo a Guatemala. 
El paisaje es diferente. Ya no hay mas desierto. Ahora todo es verde y florido. Las cañas de azúcar se levantan a los costados de la ruta, y los cosechadores trabajan muy cerca de los autos. Por cierto, el quetzal, nominación de su moneda, es una serpiente emplumada.
 
Aparecieron los clásicos colectivos de Centroamérica, buses escolares de los Estados Unidos, pero reformados y muy coloridos. Manejan como locos y siempre van acompañados por algún joven, colgado del estribo, y que va haciéndose paso a los gritos.
Nos quejábamos de algunos caminos en Mexico  pero estos están en peores condiciones. La primera parada fue en un negocio de una cadena de comidas rápidas, pero no la que imaginan. Comimos algo, trabajamos porque teníamos internet y seguimos viaje. La otra fue para cambiar el chofer y mientras Daniel se preparaba yo fui a comprar unos helados. En realidad era un puestito en la calle en donde una chica vendía “Tuti Frutti”. En un vaso puso una cantidad de frutas en trozo, lo completó con hielo granizado que trabajó con sus propias manos hasta convertirlo en una semi esfera que decoraba el vaso, le agregó leche de coco, leche condensada, chocolate y granas. Acá estoy, con mi primer dolor de estómago. Pero feliz. Llegamos a Guatemala y mañana nos espera un gran día de trabajo. Nos va a recibir la Embajadora Argentina y el ex Presidente de Guatemala, Vinizio Cerezo. Luego seguiremos camino hasta Nicaragua. 
La gran noticia del día es que escribieron los alumnos de la Universidad de Westminster, con los que nos juntamos cuando estuvimos en Londres, y quieren venir a la Argentina para charlar más sobre Malvinas, porque la intención es abrir una cátedra permanente en la carrera de Relaciones Exteriores de esa Universidad.
Un pàrrafo aparte para Matías, el tercer hombre a bordo de la camioneta. Sin su participación como navegante, con todos su aparatos tecnológicos, lo mas probable es que estuviéramos dando vueltas por algún lugar remoto. Además le aporta al equipo su frescura y su siempre buen humor y predisposición. Un acierto que haya venido. Y un gusto conocerlo.

jueves, 4 de febrero de 2016

Segundo día. Amanecimos en Oaxaca. Dormimos estacionados en la Plaza Morelos, a pocas cuadras del centro. A la noche habíamos ido a dar un paseo y vimos mucha gente durmiendo sobre una de la plazas. Nos llamó la atención- A la mañana temprano, cerca de las 6 y media, me levante y fui hasta esa plaza. No eran indigentes los que dormían. Eran militantes del Frente Revolucionario Popular, integrantes del Frente Zapatista. Me acerqué a charlar con ellos y conocían nuestro reclamo por Malvinas. Me invitaron a marchar unas cuadras con ellos, hasta la Plaza del Zócalo, en donde iban a hacer una manifestación por los 43 normalistas desaparecidos, los cerca de 30 presos políticos, y para clamar justicia por el asesinato de Gustavo Sanchez, el jefe del grupo. Fui y luego de escuchar sus discursos fue mi turno. Ellos no me conocen y no saben la vergüenza que me da hablar en pública, pero las palabras brotaron extrañamente de mi boca y les expliqué por que estamos haciendo esta recorrida, y la importancia para toda América Latina que vuelvan a ser Argentinas. Fue un momento emocionante y me pareció que sería perfecto coronarlo compartiendo el desayuno con los más de cuatro mil manifestantes en esa hermosa plaza pública. Pensar que para que desayune en casa Majo tiene que obligarme, y ahí estaba yo, tomando mate cocido con ellos. Terminaron cantando por Malvinas y me pareció que otra vez, habíamos dado un pasito que nos acerca más a Nuestras Islas.
Cerca del mediodía iniciamos nuestro camino. Manejé yo y puse un poco de música. Tenía ganas de escuchar a Jorge Cafrune y mientras su guitarra y su voz me acompañaban me puse a pensar si alguna vez sabremos quien ordenó su muerte aquella noche en Benavídez, mientas se dirigía a Yapeyú. 
 Matías quería ir a conocer una ruinas Aztecas, pero otra vez el mal estado del camino y las dimensiones de la camioneta nos jugaron, nuevamente, una mala pasada. Me puse a pensar por que llamamos a los restos de estas civilizaciones ruinas. Y lo paradójico que es que cuando a uno le va mal económicamente enseguida decimos “estamos en la ruina”. Tendrá algo que ver una cosa con la otra?.
A pocos kilometros de salir paramos en una fábrica de mezcal. 
El camino se presenta largo, pero nunca imaginamos lo que nos esperaba. Subir montañas hasta casi 2000 metros de altura, y luego bajarlas, y otra vez, y otra, y otra, y el cuenta kilómetros que no avanza, y que hay que llevar frenada la camioneta, y doblar justo porque a 5 centímetros está el abismo, literalmente, y pasar de a poco eso pueblitos instalados ahí, en el medio de la montaña desértica, ofreciendo jugos y aguas que cada vez se hacen mas necesarias con los 40 grados de calor. Y vemos como los campesinos trabajan la planta de adobe que luego será utilizada en la elaboración del mezcla. Lo que cuesta entender es porque si ellos son los dueños de las plantas, siguen siendo pobres, mientras que el dueño de la fábrica es tan rico.  
Empezó a caer la noche, muy temprano, cerca de las 6 y media, pero todavía falta mucho. La actitud de la policía cambió a partir de que ploteamos la camioneta. Ahora nos paran, pero nos alientan a seguir el camino y nos preguntan por Malvinas. 
Mientras va cayendo la tarde dejamos de ver eso cactus que tanto me impactan. Los largos, de un solo brazo, parecen jóvenes desafiantes, erguidos, esperando para actuar. Los que tiene muchos brazos parecen ser más viejos, cargando muchos hijos, y con el peso de esa responsabilidad aparecen más encorvados.
Los nombres de los pueblos empiezan a cambiar, como también parece que empezamos a dejar atrás un viejo imperio, para introducirnos en uno nuevo.
Los dioses Aztecas se van despidiendo de nosotros y le dan paso a los dioses Mayas. Yo sigo viajando con mi Dios, pero me hago muchas preguntas en el camino, y me es difícil encontrar respuestas. El pedido de perdón del Papa a los Pueblos de América latina me parece que fue oportuno y necesario. Y sin embargo ellos siguen fieles a esa religión, que también es la mía, y que acompañó la aniquilación de sus antepasados. Es extraño.
Ya cerca de Chiapas el camino se hace intransitable. Mal señalizado, un lomo de burro para nosotros, o un tope para ellos, hace que la camioneta se convierta en una nave voladora por espacio de algunos segundos, y que tengamos que parar a ver los daños. Gracias a ese Dios del que hablaba antes, o a los constructores de Ford que diseñaron la camioneta, no pasa nada y podemos seguir camino.
Cerca de las tres de la mañana decidimos parar, muy cerca de la frontera con Guatemala, en las afueras de Ciudad Hidalgo. 
Mientras tanto seguimos hablando con la gente sobre Malvinas, y cada vez nos preguntan mas. Llevamos varias fotos que vinimos a buscar y varias historias para seguir entendiendo porque las Malvinas tiene que ser, definitivamente y para siempre, territorio de América Latina