sábado, 6 de febrero de 2016

Cuarto día. Arrancamos muy temprano porque nos esperaban a las 9 de la mañana en la Embajada Argentina. La noche la pasamos en una estación de servicio, en las afueras de Guatemala, en donde conseguimos luz y lo mas importante, wi-fi.
Llegamos tarde a la cita porque el tránsito, al igual que en todas las grandes ciudades, es imposible, salvo para esos colectivos de colores de los que ya hable, que llevan colgados a eximios equilibristas de sus pasamanos, quienes gritan a los otros choferes y visualizan a los posibles pasajeros, ordenando a los conductores a los gritos, quienes sin reparar en los demás son capaces de lanzarse, cual aves rapaces, de una punta a la otra del camino.
Nos esperaba la Embajadora Argentina en Guatemala, Ahumada, quien nos regalo parte de su tiempo para hablar sobre la importancia de la gira y de la Campaña, y brindarnos un excelente panorama de la situación sobre America central, que fue muy instructiva. Le agradezcp por su deferencia.
Entre esa reunión, y la próxima, teníamos un espacio de tiempo que aprovechamos para conocer el lugar y comer un excelente ananá, o piña, como lo llaman por acá. 
Entramos a una tienda de música y Matías se sentó al piano, interpretando varios temas, entre ellos algo de tango y folklore, que hizo que los empleados se acercaron a mirar. Un lindo momento musical que Daniel disfrutó con su hijo. Me dio una sana envidia verlos compartir ese momento, y pensé que me hubiese gustado haber hecho este viaje con mi hijo también, pero a veces uno no sabe decir las cosas cuando tiene que decirlas, y me di cuenta que hace mucho tiempo que no le digo que lo amo.
Nos esperaba el Ex Presidente de Guatemala, Vinicio Cerezo, quién tuvo la difícil tarea de ser el primer mandatario democrático después de una larga y penosa dictadura que asoló a este país tan bonito. Charlamos con el sobre la importancia del apoyo de los países de Centro Amèrica a la causa Malvinas, y de su activa participación en los grupos de solidaridad. Está enfrascado en preparar un análisis de la situación política de su país, al cumplirse 30 años de su mandato.
Este país tan hermosos que está presidido por un cómico, quien no medía nada en las encuestas y que después de una especia de que se vayan todos, a raíz de la situación de corrupción que terminó con el Presidente y la Vicepresidenta presos, lo colocó en el gobierno, con muy poco apoyo de la Asamblea Unicameral, y que deberá negociar permanentemente para llevar adelante a Guatemala.
Pasamos por el monumento que se levanta al General San Martín y nos detuvimos unos instantes, para luego continuar rumbo al primer recreo que nos tomamos en esta gira.
Decidimos ir a conocer La Antigua, la Ciudad que fue Capital del Reino de Guatemala entre mediados del siglo 16 y fines del siglo 18, y que soporte una gran cantidad de terremotos, hoy declarada Patrimonio de la Unesco con el número 65.
Es bellíisima, con sus calles empedradas, y sus construcciones gigantes, de la época colonial, y que mezcla a extranjeros con descendientes de los pueblos originarios, quienes venden desde instrumentos musicales hasta tejidos, y que llenas de color y alegría estas calles.
Entramos en una galería de arte contemporáneo Latinoamericano de muy buen gusto y ví unos cuadros que parecían de Botero. La curadora de la Galería me explicó que en realidad es un estilo de l siglo 16 al que se lo denominó “adquisición de volumen”, y que antes de Botero fue usado por el Mejicano Diego Rivera, de quién el Colombiano lo habría copiado. Me puse a pensar que de alguna manera yo soy partidario de ese estilo, porque con los años fue adquiriendo volumen, lo que casi me trasformaría de un simple gordito a un verdadero artista.
Vamos a hacer noche aquí, para partir por la mañana a Nicaragua, previo paso por Honduras o El Salvador, todavía no está decidido. Rumbo a la camioneta pasamos frente a la Alcaldía y estaban tocando unos marimberos quienes hacia las delicias de los que quisieran escucharlo. Otro momento musical. Y mientras sonaban esas marimbas, con ritmos caribeños, me acordé que en casa hoy es carnaval. Es una de las fechas que más disfruto porque junto a mi princesa Catalina, mi chinita, nos divertimos mucho. Ella me acompaña a ver las murgas, una pasión que tengo desde chico, y yo le compro varios tarros de nieve para que se convierta en una luchadora al frente de un ejército imaginario cuyo objetivo es vencer a las tropas masculinas, llenadolos de espuma. Por supuesto que las protejo de los agresores y así podemos pasar varias horas siendo felices. Me puse triste porque siento que le estoy fallando estando tan lejos. Miré el cielo, en busca de las tres marías, porque esa es nuestra contraseña para cuando nos extrañamos. Y se me cayó una lágrima pensando en esa nena que me llena de amor todos los días. Espero que alguna vez perdone y me entienda.
Daniel me contó que un ex jugador de Chacarita anda por estos pagos y que gracias a el el equipo ha mejorado tanto que va primero en la liga, y que le dicen gambetita. Recurro a mi hermano Rafael para que me ayude porque no puedo recordar su nombre. Que grande Chaca.
Mientras tanto seguimos con la Gira, y a cada paso que damos somos muy bien recibidos. Los autos que pasan nos tocan bocina y nos saludan, y la gente nos ayuda permanentemente, y hay quienes se acercan con sus hijos a sacarse fotos con la camioneta. Gracias a todos. Nos hacen sentir a cada minuto mas cerca de Malvinas.  

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